viernes, noviembre 03, 2006

Y ¿quién da más? que el ¿qué más da?

- Alguien dijo una vez: "¡Soy tan feliz desde que no aspiro a entenderlo todo!" ¿Alguna persona entre el público recuerda su nombre?

-...

- No importa, es seguro que fue Alguien. A partir de esta consideración, les invito a realizar a continuación el ejercicio práctico, a la vez que liberador, de abrir preguntas sabiendo de antemano que no existe respuesta posible a su alcance. Empecemos:

¿Por qué si el pelo necesita hidratación no se bebe el agua de la ducha?

¿Por qué decimos "coño" y de pronto sentimos que la Tierra aumenta su fuerza de atracción hacia nosotros, acercándonos al núcleo?

¿Por qué coño intentamos adivinar lo que esconde una cara sólo porque se repitió en su expresión y en el tiempo?

¿Por qué no vuelan más alto las gallinas?

¿Quién fue el causante de la irrupción en el mapa semántico del término "susceptible": el primer susceptible de la historia o el primer susceptible a la susceptibilidad del primero?

¿Por qué me pica el culo con estas medias?

¿Por qué el amor tiene sede en la entraña?

¿Por qué no nos deja en paz?

Está bien. Próxima conferencia en la sala 3. No me digan que no se sienten mejor porque no lo voy a entender.