jueves, mayo 22, 2008

Días (permítaseme hoy un post más personal)

Hoy he recordado que hubo una vez… el miércoles era mi día favorito. También de pequeña (que es más chulo que decir “de niña”), creía que el martes y 13 era el día de la buena suerte*.

Seguramente lo he recordado porque hoy (ayer en realidad) es mi cumpleaños, ese día en el que todas las edades que tuvimos se nos colocan en una parte del cuerpo. Por un día volvemos a tener un año en el ombligo, dos en las orejas, tres, cuatro, cinco, seis… y así hasta 27 (o los que toquen), con todas las creencias asociadas a cada etapa, incluidas.

Y si hace una mañana de sol hasta puede que nos dé por pensar que no hemos envejecido tan mal, que hemos aprendido a pagar nuestras facturas sin perder los tejanos ni los zapatos sin tacón. Sólo a veces (sobre todo en martes) se teme haber perdido con el paso de las cifras algo de energía.

Por eso, hoy, día de todas las edades en un solo cuerpo voy a invocarla con algo que a base de repeticiones podría convertirse en ritual: recuperar un fragmento de la Ciencia de la alegría de Marzal:
"Los objetos del mundo son un arcón sin fondo en donde malgastar, aprovechándola la feroz voluntad de ser feliz. Contra cualquier dictado de prudencia, cada instante reclama, irreflexivo, una conjura unánime de ti. La asombrosa oquedad de la mañana no merece un segundo de tristeza. El único exorcismo que te exige el disciplente mundo material es tu bárbaro júbilo, para que arda en su ser la alegría voraz de los inconquistables"

Y vosotros, ¿qué creencias ahora desterradas albergabais?

P.D. (también personal): gracias a todos por ayer y por todos los días :)

*Sí, la autora siempre ha tenido una gran capacidad para extraer de la realidad sólo aquello que le interesaba, incluso si para ello es necesario vivir a ratos al margen de ésta...