miércoles, diciembre 26, 2007

Macarrones sin tomate (o lecciones de amor matutinas)

[En una estación de la línea 2 del metro, 9:07 de la mañana, de nuevo una conversación real:]

- …

- Mamá, a mí me gusta Carla.

- Ya hijo, pero si tú no le gustas, cuando te diga que le dejes en paz, tienes que dejarla.

- Pero es que yo quiero que sea mi novia…

- Cariño, sólo puede ser tu novia alguien que quiera serlo, porque tú también le gustas… Y si no, tienes que dejarlo y buscarte a otra. A ver, en tu clase hay muchas niñas, Ana, por ejemplo, es muy simpática, y muy guapa…

- Ya, pero ¡pega!

- ¿Pega?

- Sí.

- ¿Y Marta?

- Marta es una egotista…

- Egotista no, hijo, egoísta.

Les veo salir del vagón, él (unos 6 años) viste un gorro de Papá Noel, ella (unos 42) luce una trenza africana. La fascinación me hace olvidar que compartimos parada y, cuando reacciono, como si el metro me atrapara para desengancharme de esa historia sin conocer el final, ya no puedo salir. ¿Qué pasará cuando con 20 años no entienda por qué su novia-para-siempre le ha dejado? ¿O cuando a los 34 sienta que algo falla con su mujer? ¿Qué respuestas tendrá ella?

La incertidumbre no me ha abandonado en todo el día, así que me he visto obligada a inventar un final. Al principio he pensado en la madre diciéndole que se veía venir, que era una mala p....., y que, indudablemente, se arrepentiría. Pero no era un final acorde a un personaje tan sabio, así que lo he cambiado por este otro:

La madre se sienta en el suelo, cruza las piernas a lo indio, coloca sus codos sobre las rodillas y empieza a levitar:


- Hijo mío, las relaciones amorosas son un alimento más para nuestro crecimiento personal. En el momento en que el espacio que compartimos con la persona de la que un día nos enamoramos no nos permite ser lo que somos o aspiramos a ser en cada momento (pues estamos en constante evolución), irremediablemente, ese espacio pasará a disolverse o a deformarnos. El final es para el bien de ambos, aunque suela ser uno el que se dé cuenta primero. Sin embargo, el cambio no significa necesariamente destrucción. Hay espacios extraordinariamente cómodos y flexibles que nos permiten movernos y crecer sin necesidad de huir, confirmando que el amor puede ser eterno a veces, mientras en el resto de casos es, como canta Serrano, “eterno mientras dura”.

- Gracias mamá, ya puedes bajar.

¿Alguien tiene otros finales para explicar un final?

Paella

Andrómeda, máquina neumática, ave del paraíso, acuario, águila, altar, aries o carnero, cochero, boyero, buril, jirafa, cáncer o cangrejo, perros de caza o lebreles, can mayor, can menor, capricornio, carena o quilla, casiopea, centauro, cefeo, ballena, camaleón, compás, paloma, cabellera de Berenice, corona austral, corona boreal, cuervo, copa o cráter, cruz del sur, cisne, delfín, dorado, dragón, caballo menor, erídano, horno, géminis o gemelos, grulla, hércules, reloj, hidra hembra, hidra macho, indio, lagarto, leo o león, león menor, liebre, libra o balanza, lobo, lince, lira, mesa, microscopio, unicornio, mosca, escuadra o regla, octante, ofiuco, orión, pavo real, pegaso, perseo, fénix, caballete del pintor, piscis o peces, pez austral, popa, brújula, retículo, flecha, sagitario, escorpión, taller de escultor, escudo de Sobieski, serpiente, sextante, tauro o toro, telescopio, triángulo, triángulo austral, tucán, osa mayor, osa menor, vela, virgo o virgen, pez volador y zorra.

Desde el principio de los tiempos y hasta 1922 los hombres habían dedicado sus noches libres a poner nombres a las constelaciones, grupos de estrellas difíciles de recordar sin un contexto, formando parte de un ave, de una cabellera o del instrumento que marca el norte de los perdidos.

46 años después, en todo el planeta, millones de ojos seguían bautizando las formas cósmicas pero nadie se paraba ya a recogerlas en una lista universal. Eso pensaba ella desde el suelo frío de la calle de una aldea cuyo cielo siempre le había recordado a una paella, sin mejillones ni gambas, pero con muchos granos de luz. Desde allí lo miraba cada verano un mínimo de 7 noches consecutivas intentando memorizar el paisaje que habría de permitirle orientarle en caso de naufragio.

Y no estamos hablando de un naufragio metafórico sino literal. Lo tenía todo preparado para partir en cuanto la ley lo permitiera. Su objetivo: no pisar dos veces un mismo puerto y conocerlos todos. Sobreviviría trabajando de cualquier cosa, de lo típico del lugar, “gondolero, torero, taxista...”; amaría a sus habitantes para perfumarse de su esencia, y probaría tantos hombres como estrellas fuera capaz de recordar. Su sueño no estaba bien visto, claro, pero tampoco lo estaba que se tumbara en medio de la calle panza arriba desde que tenía uso de razón.

Así que siguió adelante con su idea y un día partió. Su afán no era el de desaparecer ni huir, sino el de beberse el mar, así que enviaba noticias a todos los que, en la ruta, habían supuesto una gota en la calma de su sed. Una mañana, cansada, melancólica, nostálgica, acaparadora, decidió reunirlos a todos. Los citaría en aquella calle, no era un puerto, era un pueblo de montaña, pero creía que podría volver, se tumbaría panza arriba y les daría las gracias, uno a uno, personalmente, intuía que por última vez. Lo hizo. Asistió un 40% del personal, un éxito.

Comieron paella y bebieron sin conciencia agua dulce de la fuente. Era el final. En su estómago, la mezcla de líquidos (pues el mar bebido formaba ya parte de ella) generó una nebulosa como las que se producen en las cuevas subterráneas mejicanas de Tiquiriguaca. La visibilidad era tan poca que no permitió a los granos de arroz encontrar la autovía de la digestión. Murió de empacho, decían, se veía venir... Sin embargo, el redactor del informe de la autopsia dejó constancia para siempre de lo que sucedía y escribió: “en su estómago se hallaron estrellas que se resistían a abandonar aquel cuerpo”. Yacía panza arriba en medio de la calle. Y todos callaron.

lunes, diciembre 17, 2007

Espárragos con jamón

Últimamente la ciencia está arrojando luz sobre algunas de mis carencias. Hace poco unos investigadores suecos evidenciaban que una parte del cerebro se encarga de borrar información irrelevante para reservar espacio para aquello verdaderamente importante. Ésta es una función que tengo especialmente desarrollada y, sin embargo, no me coloca un eslabón por encima del resto de humanos en la escalera de la evolución (por la que todos accedemos con orgullo a subir a pesar de que nadie conoce todavía a dónde lleva), y todo por un detalle que estos suecos dejaban al aire: ¿qué es relevante?

Analizar qué es relevante y qué no para los que me rodean, a partir de sus recuerdos, se ha convertido desde la publicación de este estudio en uno de mis ejercicios favoritos, antes estaba entre los más frecuentes... Al fin y al cabo, como tantas otras veces, se corrobora lo que ya intuíamos los que consideramos relevante elaborar teorías que hagan la vida más fácil, en detrimento, claro, de información socialmente más valorada. Otro ejemplo: "un gen explica nuestra dificultad para aprender de nuestros errores". ¿Quién no lo había contemplado alguna vez como la única explicación posible?

jueves, diciembre 06, 2007

Lasaña de letras

Título: Dunada, pequeño hoyuelo situado en la parte frontal de la base del cuello, justo entre las clavículas, sin ninguna utilidad fisiológica o funcional conocida, pero que puede resultar sumamente interesante, hasta el punto de que se han reportado numerosos casos de ejemplares con altas capacidades hipnóticas *

Mirando su dunada
podía creer en la fuerza de las espadas láser
en la inocencia de los coroneles,
en la bondad de las brujas malas.

Podía creer en los milagros,
en los hoyuelos como reencarnaciones,
en la vida en los paraísos,
en los soles como dioses.

Su dunada le hizo calzarse patines,
colgarse unas alas, coger carrerilla
y usar el canal que formaba su espalda
para despegar.

Ya desde el cielo,
observando a lo lejos, pudo aprender
que, a más de 1.000 metros de mirada,
no funcionaba
el poder oscuro de los hoyuelos
a la altura del cuello.
Maldita dunada y contraindicaciones.
Maldita, la bruja mala.

*Dunada es una palabra inventada (como todas) y con un significado también inventado (no por mí sino por un compañero de escrituras que se llamaba Javier, tenía un acento muy raro y participó en un corto), así que si queréis empezar a usarla, pensad en él cuando lo hagáis, y será una de esas pocas palabras inventadas de las que se recuerda el autor.

Yo inventé esta otra:
Pacún: ruido que hacen los Pacos al caer.

¿Alguien da más?

miércoles, noviembre 28, 2007

Berberechos sin vinagre

El tiempo se queda corto para ser uno mismo. Desplegarse frente al mundo en su versión de berberecho -igual del revés que del derecho- a menudo se reduce al encuentro con amigos, amores, familias u onanismos (también mentales). Y uno se pregunta: ¿a dónde vamos a parar mientras tanto? ¿Si durante demasiadas horas no nos desplegamos seguiremos teniéndonos a mano? Con esta inquietud, últimamente me miro más a menudo las manos. Al principio sólo veo carne, otras veces las manos de mi abuela, pero, al final, mi misma ausencia me recuerda que esos ojos son los míos.

P.D.: A partir de ahora voy a titular mis posts con nombres de platos. Es un truco rastrero para hacer caer a gente que busca en Google en mi blog, después de constatar que la cocina es uno de los mayores motivos de consulta en Internet. Como no tengo nada que explicar a nadie a este respecto, a parte de recomendarle el libro de magia "La cuina que no amoïna", el resto del post no tendrá nada que ver con el título.

P.D. 2: He recibido carta de Oliva! Está de erasmus en París, para culminar su formación mecanográfica...

domingo, noviembre 25, 2007

Se santigua - A nuestras abuelas

Atraviesa el portal
Y se santigua.
La ciudad nunca
le pareció fácil.

Mira a los lados
y camina.
Sabe adónde va,
también su hija.

La vino siguiendo
desde la azotea en la que separaba
las habas
de las vainas.

Pero en los veranos vuelve.

Y sus nietos se quejan
de lo que pican los brazos al coger
las judías que ella seca
con unos lagrimales,
que se hicieron esponja
por no convertir en gris
el negro de su ropa.

sábado, noviembre 24, 2007

Taksis!!

(Basado en conversaciones reales)
Él: 49, ¿cómo va la mañana?

49: …

Él: Hombre, irá mejor que ayer, que hay más faena…

Otro: A ver, que a nadie se le ocurra coger el carril de conos de vuelta del aeropuerto. Los están retirando y el coche de la guardia civil va en contra dirección…

Él: Alegre esa cara 16, que va seria!

16, en el carril de al lado: Buenos días

Él: Bon dia, mujer, buen día. Hoy hay más faenilla…

16: Ayer se ve que fue peor, ¿no?

Él: ¡Bua, de qué no me peleo con mi mujer… y he pillado una galipandria!
A ver si dejo a esta chica y me voy para el aeropuerto.

El de más allá: Hola, llamaba para pedir un taxi.

Ella, con voz gris: Muy bien, ahora mismo se lo mando

Ella, con voz robotizada: Hay un servicio en Plumasa, ¿alguien quiere contestar?

Ellos, desde sus jaulas forradas de tela:
Piu, piu;
piu-piu-piu;
pi…

La música: (¿alguien se sabe una sevillana? No pude coger la letra)

Desde la recepción: Hola, buenos días, un taxi al Ítaca

Ella, gris y robotizada: Sí, ahora mismo te lo envío

Él: Si es sosa la tía…

El de más allá, avergonzado: Hola, llamo de Plumasa, que he pedido un taxi y quería cancelarlo…

Dos conclusiones:

1. Nunca sabes dónde te espera el canto matinal de unos pajarillos (reales, a pesar de la duda inicial, descartada al repasar los múltiples artilugios de ornamentación candidatos a emisores del sonido, véase: los zuecos holandeses que cuelgan del retrovisor no pueden ser, …), incluso si el metro no funciona y el alquiler de bicis tampoco

2. Ten cuidado con lo que dices cuando llames a un taxi, te puede estar oyendo tu madre…

sábado, noviembre 17, 2007

The place where the ansiedad se posa

N. De Ll. lanzó una pregunta al aire: “Si el cuerpo humano tiene un 65% de agua, ¿en los países lluviosos se pueden desbordar los cuerpos?”
...Y el aire le respondió:
Así es, se desbordan por el siguiente procedimiento: el agua comienza a filtrarse en los cuerpos por los mismos poros del cuero cabelludo por los que se absorbe la vitamina Pro 5 del Pantene Pro-V. Se desliza por la superficie del cráneo como por la de un paraguas hasta encontrar un orificio que la conduzca a los entresijos del cerebro. Allí, la materia gris se vuelve blanca y, en cada pliegue de masa, se van posando las gotas que, poco a poco, con el tiempo, harán saltar los sistemas de conexión neuronal por inundación. Descienden por todas partes: por el interior de la frente, por el eje central que divide sus dos hemisferios, por su reverso alcanzando la nuca y rebotando en cada una de las vértebras. Llega al trasero y, si el país no es muy lluvioso, como es el caso de España, se queda ahí y las consecuencias no son graves: retención de líquidos, celulitis, caderas anchas... no hay más. Pero si el país es Escandinavia, donde además de llover, nieva, los efectos de la infiltración pueden ser devastadores. Las gotas alcanzan entonces la totalidad de las piernas, atraviesan los senderos marcados por las varices, resurgen en forma de ampollas al llegar a los pies y a continuación: lluvia y más lluvia. Agua y más agua. El nivel freático supera los tobillos y, de ahí, regresa con fuerza hacia las rodillas, llenando ahora cada espacio del interior del cilindro de piel. Alcanza la vejiga –en Escandinavia también hay colas en los lavabos de hombres-, el vientre -a los niños no se les puede hacer el típico “ring-ring” de los ombligos por temor a escapes repentinos-, pulmones, pecho y, por fin, el lugar donde se posa la ansiedad. Ese es el detonante del desbordamiento: cuando un escandinavo rompe a llorar, no hay nada que hacer. Se colapsan las cloacas, el agua sale a borbotones. Primero por los ojos, sí, pero a continuación por las orejas, la nariz, el pequeño poro infectado de la barbilla y así hasta llegar de nuevo a los orificios del cuero cabelludo. En este punto, los cuerpos pasan a ser utilizados por la Administración local como aspersores.

sábado, noviembre 10, 2007

INSTRUCCIONES

En honor a las instrucciones de Cortázar, en un curso de escritura nos invitaron a elaborar unas propias. Considero que las que a continuación os expongo son de gran utilidad y, por ello, os invito también a crear unas nuevas, vuestras, para compartir. Hay tantas cosas que serían más fáciles con unas simples intrucciones...

INSTRUCCIONES PARA MIRAR BIEN A LOS OJOS
Levántese, desplácese al cuarto de baño, lávese. Con la cara limpia, váyase a buscar una linterna y acérquese bien a un espejo. Mírese el ojo derecho con el izquierdo y apague y encienda de forma intermitente la linterna. Analice su pupila: ahora se abre; ahora se cierra; ahora se abre; ahora se cierra. Muy bien. Haga lo mismo con su ojo izquierdo y, una vez acabado el ejercicio, dígame si no se cree que los ojos tienen boca. Con esa fe, salga a la calle y cómaselos a todos.

Viva Clementina

Tengo una compañera de trabajo que cree en las señales. Para que el lector se haga una idea, ayer nos vinieron a visitar “personas-que-hacía-tiempo-que-no-veíamos-y-a-las-cuales-nos-hacía-ilusión-ver”. Hasta la tercera visita aquello no adquirió la dimensión de señal, pero fue ver llegar a la que sería la número 3 y que se encendiera la luz.

En este mismo sentido, el año pasado nuestra inversión de lotería se vio incrementada en un 300% y fue porque el número, sumado hasta su mínima expresión, es decir, despojado de todo artificio separatista, resultaba ser un cinco. No nos tocó, claro, pero qué duda cabe de que todo apuntaba a que el destino nos estaba mandando un mensaje.

Cuando hicimos el cambio de despacho tuvo en cuenta algunos preceptos aprendidos en libros de Feng Shui y, aunque el ambiente en el exterior sigue siendo un poco rancio, aquí dentro todavía no nos hemos acabado de podrir. Así que este post es un homenaje a su persona, como representante de todas aquellas personas que son capaces de ver más allá de lo evidente, que encuentran significados ocultos tras capas de mediocridad.

Pero, por último y sobre todo, es un homenaje a su último descubrimiento: las mandarinas aportan felicidad. Créanla por esta vez, dejen que sus dedos se impregnen de su olor cítrico, e incluso jueguen a espachurrar las pieles para salpicar al otro con el liquidillo que desprenden… Lo hemos probado y funcionaba. De hecho, llevamos dos semanas con la risa floja y, teniendo en cuenta cómo nos aprietan a veces las tuercas, no es de despreciar.

lunes, octubre 22, 2007

Homenaje animal

Hay gente que detesta a los ermitaños, seres vivos del grupo de los cangrejos que se introducen en caparazones ajenos para: 1. camuflarse, 2. refugiarse.

Hasta hace poco desconocía su existencia. Me la descubrió alguien que, precisamente, los detesta. Y, después de conocerlos, a mí, en cambio, a veces me gustaría ser un ermitaño. Está bien, reformularé esta afirmación por si me lee algún genio-concede-deseos: “a mí, en cambio, a veces me gustaría disponer de sus recursos”. Estás en el trabajo y quieres desaparecer, te metes dentro del armario y empiezas a caminar hasta llegar a la calle sin que nadie se dé cuenta. Te puedo dar otro ejemplo: estás en una comida de compromiso, se te empieza a indigestar todo y quieres huir, te metes en la cazuela y te vas tranquilamente, o simplemente te quedas… pero en la cazuela. Hay testimonios de que todo se ve distinto desde una cazuela.

Cada vez lo tengo más claro, junto a los delfines-salva-hombres y los monos, los ermitaños serían capaces de reconocerse en un espejo como individuos, algo que, por si no sabíais, es sinónimo de inteligencia, y en humanos, a menudo también de inteligencia emocional.

Nota: Oliva sigue entrenando su mecanografía y no quiere hacer declaraciones para el diario por el momento. En el mundo vegetal, las olivas son de las pocas especies que se reconocen en los espejos como individuos (perdón a todos los biólogos y personas rigurosas del mundo por este post).

[Para ver su imagen, clickad en: www.morguefile.com (blogger no me deja cargarla)]

(El ermitaño os saluda. A Oliva tampoco le gustan)

Crónica de un libro recomendado

Después de leer Crónica del pájaro que da cuerda al mundo necesité escribir esto, para empezar a quitármelo de encima...:

A veces hay vías obstruidas por conflictos no resueltos, por vidas incompletas que se cruzan, al otro lado, de un pozo, por ejemplo, en el que ya no corre el agua. Cuando intentas salvar una de esas vidas por la tuya propia, todas las demás se mueven también en busca de una nueva estabilidad y pueden hacerte tambalear en tu intento. Hay cosas que no comprendes pero todo transcurre con la lógica de los sueños, incuestionable en el momento de producirlo, a la vez que inexistente en el de recordarlo. Te lo tragas todo, como una garganta sedienta bajo el grifo de la cocina. Y cuando despiertas no tienes muy claro qué ha pasado. Sólo que a veces uno no entiende. Pero presiente que hay alguien que sí. Y sólo se puede seguir, en la ignorancia, bajo su atenta mirada. O fluir, con la conciencia licuada intentando no derramarse.

Nota a Pez: Me dice Oliva tiene pendiente comentarlo contigo

jueves, septiembre 27, 2007

Resistiré (o lo que es lo mismo: http://www.youtube.com/watch?v=SNZv46WnY2Q)

Llegas de vacaciones y has dejado de ser el junco pocho que caminaba con los hombros a la altura de los riñones para volver siendo un alto hierbajo con aspiraciones (1).

Me compraré una agenda, te dices, y allí plasmaré un plano postural que me permita mantenerme erguido a partir de ahora, respirando el aire de las alturas. O lo que es lo mismo, haces una lista de buenas intenciones con la ilusión casi infantil de poder sustituir las recomendaciones de una guía de viajes por las de tu impulso, que inevitablemente te empuja a seguir sintiendo que haces lo que te apetece (véase último post de fueradelapecera).

Ésta es una de las sensaciones más difíciles de atrapar y a medida que se nos escapa van cayendo frente a nuestros ojos barrotes de hierro, de diferentes diseños en función de nuestro imaginario –unos son más de El Mueble, otros de Casa viva, así que se manifiestan forjados, o lisos y gruesos, en mate o brillante-, pero todos con la única intención de distanciarnos del deseo para neutralizarlo.

Su gris nos empieza a empañar la vista, a filtrarse por debajo de la piel. Perdemos el color que todo el mundo realzaba a nuestra llegada. Y lo peor es que todos auguran el proceso inevitable. “En pocos días te cambiará la cara”.

Coges el metro y, de hecho, percibes el tono prisión en la frente del mundo, que poco a poco logra olvidar que un día cazaba colores al vuelo. Ingenuamente vuelves a creer que tú podrás escapar. Esta vez sí. Solo llevas tres días. El camino marcado parece tan frágil como el de Hänsel y Gretel, pero la esperanza se huele en el buzón: postales contrarrestan la cruel constatación de que la luz se paga de regreso.

Notas al pie:
(1): En sus acepciones de la RAE (rae.es):
2. f. Acción y efecto de pretender o desear algún empleo, dignidad u otra cosa.
3. f. En la teología mística, afecto encendido del alma hacia Dios.

Notas al aire: Oliva está haciendo un curso de mecanografía. Le he puesto cuatro camas elásticas a los lados del teclado y va practicando sus saltos a la letra correcta (ella también ha vuelto con aspiraciones)

domingo, septiembre 02, 2007

Oliva en Malasia

Oliva! Que haces en Malasia?? Ha estado a punto de comerte una gallina? Pero como has venido? En mi bolso? Tampoco esta tan desordenado! Que no has visto todavia ninguna otra oliva por aqui? Es cierto… Bueno, ya que has venido seguire siendo tu escriba algunos dias, pero no olvides que estoy de vacaciones.


Dias 1, 2 y la mitad del tercero de viaje: Kuala Lumpur

Esto esta lleno de edificios altisimos. No obstante, son mas agradables que abrumadores en su busqueda de la originalidad arquitectonica. En esto ninguno gana a las Petronas. A mi no me impresionan las torres, pero de noche parecen convertirse en torres de cristal y albergan, entre otras muchas cosas, centros comerciales de lujo por los que se pasean hombres y mujeres que, en muchos casos, llevan la cabeza cubierta por un velo. De estas, las que mas me sorprenden son las que van completamente de negro, dejando ver solo sus ojos, no son mayoria pero me pregunto si tendra algo que ver con su aficion por las olivas negras. Esto podria ser bueno o muy malo, asi que me mantengo escondida. Viajar en el bolso no resulta muy comodo aqui porque cada cruce se convierte en un sprint para el peaton. Hasta en los semaforos lo advierten! En lugar de un hombre verde caminando aparece corriendo. Eso cuando aparece, claro, porque hay semaforos en los que solo parecen habitar hombres rojos sin ninguna intencion de moverse.

Por lo que respecta al resto de habitantes, oigo que sus arboles genealogicos hunden sus raices en tierras diferentes, basicamente China, la India y la actual malasia. Hoy en dia todos conforman este pais, podria decirse que son los tres colores de una bandera, que por cierto este anyo (no hay enyes ni acentos aqui) forra desde edificios de oficinas, hasta coches o escuelas. El motivo es el 50 aniversario de la independencia del Estado. Nadie duda en exponer su patriotismo y no tienen desperdicio los programas especiales de television dedicados a generar expectacion para la gran celebracion prevista para el dia 31 de agosto. En todos ellos se preocupan por que la representacion de estos tres grupos sea equitativa, ya sea en los coros de ninyos y ninyas cantores como en la eleccion de los presentadores.

Vivo una cierta sensacion de caos excitante mientras caminamos por sus calles, pero a la vez este parece transcurrir dentro de un orden que parece condenarlo cada vez mas a la excepcion. De todo esto, debido a mi gran cerebro de oliva, deduzco que este no tiene cabida en las aspiraciones de modernidad estatales.

A pesar de sus dimensiones, la ciudad resulta abarcable a traves de autobuses y metros (tanto subterraneos como elevados unos metros sobre las aceras y carreteras), y nos ofrece la posibilidad de visitar mercados nocturnos llenos de artilugios de todo tipo y muy transitados, hasta templos dedicados a los diferentes dioses a los que se rinde culto aqui, a menudo en funcion de las mencionadas raices (una mezquita, un templo indio, los multiples altares chinos con incienso quemando por las calles…).

Ademas, resulta muy facil comunicarse con sus habitantes, pues no es dificil encontrar a gente que habla ingles de un modo comprensible (ahora agradezco haber insistido tanto para hacerme con el curso para aprenderlo en 1.000 palabras que tanto anunciaban por la radio). Una de esas comunicaciones se produce en una terraza llena de autoctonos, a pesar del nombre del bar al que pertenece: Nando’s. Compartimos mesa con una pareja de malayos que acaba regalandonos un traje como el que habitualmente visten las malayas. Lo llevaban a mano tras una tarde de compras, es como quien se va al Corte Ingles, se compra una camiseta y se la regala a un turista malayo tras mantener una conversacion agradablemente relajada en una terraza de las Ramblas (aunque ahi seria dificil encontrar autoctonos pagando 6 euros por una cerveza?).

No es el unico regalo que recibimos esa tarde, unos pasos antes, una pareja de indios dedicados a preparar guirnaldas de flores para ofrendar a los dioses insiste en regalarnos una (es ya la ultima hora del dia), en un instinto de desconfianza, supongo, profundamente arraigado en frases como esa de que nadie da duros a cuatro pesetas, seguimos adelante diciendo que no es necesario, gracias, pero insisten, insisten mucho. –Pero, por que? – Por nada, cogelas, huelen bien. Y asi es.

martes, agosto 07, 2007

Una verdad por un diente

Vacío extraño,
abismo elegido pero extraño,
y no abismo del todo,
y no elegido del todo.
Abismo.

Pérdida, desorientación,
brújula que cayó por el barranco.
Ir detrás de ella, no puedes.
Buscar anclajes, los existentes,
los que no ves, hechos seguros:
se nos han de caer todos los dientes de leche.

Año tras año, se mueven sus estructuras,
se tambalean, duelen, caen y calma...
Nacen otros. Este año tocaste tú.
El diente que conecta el alma con el beso
al rozar con él antes de salir.
Diente que se estremece con el frío
del recuerdo que ya no conmueve.

Sentiste que querías volar, tener tu espacio,
caminar sin andador y, ahora,
te das cuenta de que no tienes alas,
ni espacio, ni siquiera piernas.
La inseguridad lo baña todo y
te agarras y te arrastras de pomo en pomo,
de perchero a rama, a barra de autobús.

El diente se ha caído.
Lo pondré debajo de la almohada,
la cabeza encima. Dormiré
y, al despertar, sólo espero que Pérez
conserve mi dirección.
Una verdad, por favor,
una verdad por un diente.

lunes, julio 23, 2007

Buscando

Oliva said with her deep eyes:
Saberse o perderse, esa es la cuestión. So: "búscame aunque no me encuentres".

Oliva ha ido a ver a "La mujer del perro cojo", teatro-danza para pocos asistentes desfilando sobre la línea que separa a la locura de los artífices de su bautismo. El tema le interesa, especialmente después de haber leído El hombre que confundió a su mujer con un sombrero (uno de esos libros de cama) y de empezar a conocer a su escriba.

sábado, junio 16, 2007

Pequeños grandes momentos de la convivencia

Me estoy haciendo un bocadillo que me reponga del esfuerzo intelectual que me requiere este fin de semana, una merienda en toda regla acorde con mi regresión a los años de estudio... "¿Qué es Phi-la-del-phia?", una voz se dirige a mí desde la mesa de la cocina. "Un quesito aplastado", respondo.

martes, junio 12, 2007

Lecturas

Oliva ha aprendido a leer. Un mes después de empezar con nuestra introducción en la literatura occidental, que según creía se limitaba a las lecturas que le dedicaba a ratos sueltos, hoy me ha dicho, con sus ojitos internos, que sabe leer. "¿Perdón?" -que diría mi amiga Lourdes-. Que sí, que sabe leer... Resulta que los días que se quedaba en casa se dedicaba a revolcarse entre las páginas de los libros que de forma sistemática caen rendidos al lado de la cama hasta que alguien los recupera la noche siguiente y ha conseguido descifrar el arbitrario código de nuestro lenguaje releyendo a solas las páginas que yo le narraba y que ella ¡memorizaba! Todavía no sé dónde tiene el cerebro pero tiene que ser muy pequeño. ¿No reta esto el espíritu investigador de ningún bioinformático? Lo que tengo claro es que por más que yo me revolcara sobre telas japonesas no llegaría a descifrar más que una historia inventada sobre bambúes... O quizás no.

domingo, mayo 27, 2007

Mihijatequieromucho,¿meoíste?

La boca de un hombre se asoma a un teléfono para tocar la oreja de su pareja.

Está lejos. Migró.

Los pelos de punta en la lengua anuncian no tener fecha de encuentro.



Oliva ha entendido por fin por qué aceptamos como apéndice algo tan ortopédico como un móvil. Ha sido al escuchar cómo las ondas se llevaban la frase que titula esta entrada.

lunes, mayo 21, 2007

Dedicado a los que ponen música a nuestras vidas sin tener idea de solfeo, dense por aludidos

Cuando todo parece dormido
y la mirada acumula
el peso de la musculatura
aparece una nota
y palpita.

Ha llegado el momento de despertar,
con los ojos cerrados, mejor.

Empieza la danza del sinsentido
que siente cómo
también él
puede ser río.

Y me río y te ríes
y nos cogemos
y te suelto
y ruedas.
Bienvenida sea, Oliva,
la música a tu vida.


Oliva se ha echado hoy su primer baile. Sin más ritmo que el de un cuerpo descompasado que logrará compensarse al final del juego. Como un equilibrista sobre las cuerdas vocales de Edith Piaf. No podría cuantificar su disfrute pero, con esa figura perfectamente elíptica, ha tenido que ser mayor al de cualquiera de nosotros. ¿Cómo no abogar entonces por las curvas?


Hoy el blog cumple dos años!!

domingo, mayo 06, 2007

Ha vuelto



Oliva ha vuelto de sus vacaciones espirituales. Ha vuelto tranquila, superada la euforia que la estaba desquiciando hasta el punto de querer revelarnos su pasado como para envolverse en él y acabar el viaje. Ha vuelto y lo ha hecho dispuesta a disfrutar de su nueva situación, esto es: la que siguió a su segundo nacimiento, el de la lata que la parió a un mundo nuevo.

A pesar de los rumores, no he querido presionarla. Pensé en invitarla a hacer una comunicación en directo con los lectores, con su mesa y su tapete blanco, y un micro a su medida, claro, de estos de corbata, pero me contuve. En Sant Jordi, cuando empezó a estornudar desde el jardín zen, por su alergia a las rosas, a punto estuve de pedirle que volviera: al diario, a nuestras conversaciones,… pero tampoco lo hice. Y, ahora, es ella la que se decide a seguir con nosotros, aquí, convencida; y eso me reconforta.

Los primeros meses pudieron con su capacidad de absorción. “Es apasionante el mundo, también visto desde aquí”, me comenta, “pero digerirlo por un agujero tan pequeño no es fácil”. Se puede decir que fue una víctima prematura del estrés. ¿Por qué prematura? No sé, tal vez porque uno nunca está preparado para verse superado por lo que parecía una tortuga. ¡Eh! Que la liebre soy yo…

Ha vuelto… y lo hace en buena época, se lo he dicho. Podremos visitar más a menudo el mar, conseguirle un bikini, leer juntos –voy a introducirle en la literatura occidental, por el momento-, ir en bici sin que se le congele el cero interior, cenar al aire libre, e incluso crear. Esto último le ha costado un poco de entender pero, una vez lo ha hecho, le ha apasionado. “¡Pensar que de un folio en blanco pueda salir un olivo, o incluso una anchoa!”, ha exclamado con sus ojitos negros.

Estaba tan contento de su vuelta que hasta le he enseñado a usar mi cámara digital, nociones básicas de fotografía, algún concepto como el de capturar el instante. “Es como lo del folio en blanco pero para cazar momentos”, le he explicado. “El medio natural de los momentos es todas partes. Digamos que el mundo está formado por momentos que se solapan y parecen encadenarse sin un fin a la vista, a excepción de que alguien los salve, y la cámara puede servir para eso, pero también la escritura y de ahí, tu diario. A cada existencia la rodean, como si de una aureola se tratara, millones de momentos, y por eso es importante la tuya aquí. Eres una generadora de momentos y, por eso, tienes la posibilidad de guardarlos y mostrarlos o no, para conmover o no, para salvarlos del anonimato -a ellos y a su receptor-, o no y guardar silencio”.

Cuando a Oliva le brilla la piel es que ha llegado a su punto álgido de procesamiento de datos, así que cuando ha empezado a brillarle la piel he decidido callar por hoy. Lo celebramos con un paseo tranquilo por los alrededores de la Catedral, con sus músicos al aire creando quién sabe qué sobre qué folio, pero yo callado. La he visto animada, no comenta nada sobre su pasado, pero se empeña en hacer su primera foto.










domingo, abril 01, 2007

Su mundo

Después del último post, Oliva decidió sincerarse, explicar su historia, su origen, cómo había llegado hasta aquí... Le recomendé que reflexionara antes de hacerlo y todavía no ha terminado.

sábado, marzo 10, 2007

Instrucciones para curar un cabreo: sobre todo, váyase por las ramas

Hoy me he cabreado –que es como convertirse en cabra y constatar que te faltan sus poderes- y le he tenido que explicar, a Oliva, que hay gente que funciona a gritos y, sin embargo, ése no es su peor defecto: pretenden que los demás reaccionen también al toque de sus gemidos. Frente a eso, sólo un espejo, de pronto, que les devuelva su imagen y les narre lo ridículo de su actuación. Porque gritar cuando el interlocutor se encuentra a menos de cuatro metros es, sencillamente, ridículo. Para qué hablar de la buena o la mala educación, no es necesario. Sólo relajarse, compadecerlos y seguir sonriendo con el reflejo del sol en nuestro propio espejo. Eso y “Keledén 400”, medicamento cuyo principio activo no está afectado por la orden de precios de referencia, me lo ha dicho un farmacéutico que no grita porque se ha dado a la fitoterapia y a enviar presentaciones de Power Point con mensajes tranquilizadores.

A partir de este primer modelo, escogido aleatoriamente como la cabra –o en su defecto la oveja- escoge el bocado que decide no perder, he decidido ampliar la reflexión intentado dibujar un mapa de tipologías de personas que le pueda ayudar a ubicarse o simplemente a almacenar nuevos conocimientos –por más que la continúo observando tampoco he logrado ubicar dónde hace esto último-. Tras unos primeros intentos simplificadores, he visto que era tarea digna de doctorando así que, por el momento, sólo he apuntado algunos rasgos que podrían ayudar a la clasificación. En este caso, el criterio sería: actitudes para afrontar una vida.

- Personas que crean tres blogs sin escribir en ninguno por no tener todavía el nombre perfecto o dejémoslo en El nombre. Estos seres pospondrán sus actuaciones hasta sentirse realmente preparados para ejecutarlas sin ser uno del montón. Porque Ellos no son del montón, pero les cuesta arrancar.

- Individuos con tendencia a la elaboración de teorías que explican las actitudes propias y extrañas, cualquier paso que den calzará este zapato... Filósofos, psicólogos o charlatanes, dependiendo de la materia con la que traten y la rigurosidad con la que lo hacen. A menudo puede vérseles con trapos sobre la cabeza para que el resto de seres dubitativos puedan reconocerlos enseguida y rogarles una Respuesta. Siempre buscan y encuentran un porqué para sus actuaciones. Sobre la coherencia entre éstas y sus palabras, digamos que es una variable inestable. Pueden hacer cosas muy grandes o muy desastrosas. Por suerte o por desgracia, su grado de peligrosidad depende en gran medida de sus buenas intenciones.

- Los pragmáticos. Huelen las necesidades básicas a distancias que se escapan a la visión humana y olivar, y, en función de ellas actúan sin tiempo para albergar dudas -ni una noche-. En sus ejemplares más evolucionados, actúan también con eficacia en la resolución de las necesidades que siguen a las fisiológicas en la pirámide de Maslow. Les resulta difícil entender a los tricreadores de blogs pero tienen cierta tendencia a enamorarse de ellos.


- Humanos que sueñan -de hecho bailan sobre la punta de la pirámide-. Nadie les cree en un principio pero, poco a poco, consiguen aglutinar adeptos. A diferencia del segundo tipo descrito apelan más al sentimiento que a la razón, pero sus pálpitos tienen grandes dosis de verdad. Una de sus frases favoritas: Un sueño es la mitad de una realidad.

Oliva destesta a Los pragmáticos, especialmente en la hora del aperitivo. Todo el resto le parecen tipos entrañables. Me lo transmite con su mirada. Y una lagrimilla nostálgica me descubre que, en su mundo, las cosas no deben ser tan diferentes.

jueves, marzo 08, 2007

Eclipse que no se repetirá en 22 años

Salió a tomar la Luna y estaba eclipsada y, de pronto, los días empezaron a pasar más rápido:

- 3er día (lo que más le impactó): el mar que tanto le sonaba por lo de “Olivas Mediterraneo”. No es verano, pero acercarse a la playa de la ciudad en un día de invierno climáticamente cambiado, no deja de ser una experiencia. Lo que más le ha gustado ha sido la visión del reflejo del sol en la curva de agua que acariciaba la orilla de forma sistemática. Eso y que tantas personas vinieran a verlo también, con cuadernos, amores o pintas de turista. Lo que más le ha sorprendido: los juegos preliminares a la entrada a un agua congelada de tres amigos. Que si sí, que si no, que te mojo, que te meto en el agua, que huyo porque soy más rápido que tú. Que soy el primero en meterme, pues tonto el último. Yo me tapo la nariz y me sumerjo poco a poco. ¡Segundo! me tiro de golpe y vuelvo a salir proyectado en dos microsegundos. El tonto, o el último, ríe y grita.

- 4º día (lo que más le impactó): la lucha del hombre contra la cucaracha resistente de nevera con impacto contra zapatilla.

- 5º día (lo que más le impactó): Barcelona en bicicleta y un Congreso Europeo de Farmacia. Ha podido hacerse una primera idea de lo que es un periodista –se ha pasado la mayor parte del tiempo en la sala de prensa-, y también de lo que es un político –aunque ya le he advertido que sobre estos especimenes hay mucho que aprender y, sobre todo, mucho de lo que prevenirse-. Por lo que respecta a los farmacéuticos, se ha codeado con ellos entre bolsas de muestras a reventar: de Vichy, Roche, Nestlé y hasta Juanola, que ha sacado nuevos sabores y lo anunciaba con una estupenda bolsa de playa de aire retro que los ha convertido en los triunfadores de la feria.

Sin embargo, esto no es lo que más ha impactado a Oliva hoy. Cuando hemos subido al metro, dirección a una cita con M. y J. –cuyas identidades mantendré en el anonimato-, he cogido el paquete de Juanolas que se perdía en la inmensidad de la bolsa, lo he abierto y, sobre mi palma, han caído 3 ó 4. Eran las pastillas de toda la vida y su color: exactamente el mismo que el de una oliva negra. La visión me ha parecido espeluznante, pero a ella más y, por respeto, he acabado por no comérmelas. No sé hasta cuándo será sostenible esta relación. ¿Hay muchos más alimentos negros en una dieta equilibrada?

miércoles, marzo 07, 2007

Segundo día:

todavía estamos empezando a conocernos y no sé si acabo de interpretar bien sus miradas pero diría que lo que más le ha impactado hoy es el concepto de la lucha del hombre contra la cucaracha de nevera con sustancias químicas en spray.

martes, marzo 06, 2007

Diario de una oliva negra

Era una oliva negra sin hueso y aún así, decidí no comérmela de un bocado. Estaba rodeada de olivas verdes, sin hueso, pero con anchoa. Ella, en cambio, ni siquiera tenía relleno. Se me apareció como un marco al vacío de su agujero, y mirando a través de él fue cuando descubrí que es precisamente allí donde tienen sus ojos las olivas. Eso explicaría, sin duda, el carácter introvertido de muchas de ellas. Desde entonces, desde que decidí no comérmela, me acompaña por todo el mundo, es decir, mi mundo, que es poco comparado con “todo el mundo” pero mucho si lo pones al lado de una lata de aceitunas.

La he observado largamente pero, a pesar de ello, no he conseguido descifrar más secretos sobre su anatomía. Así que, carente, por el momento para mí, de boca y manos, me he comprometido a escribir yo mismo su diario. Una mirada ha bastado para arrancarme esta promesa.

Por hoy haré sólo un inventario de algunas de las cosas más importantes que ha visto hasta ahora –tal vez más adelante pase a la primera persona-:

- 1er día: la luz a la entrada del túnel gástrico al que no ha tenido que acceder.

jueves, febrero 22, 2007

Me dirijo a los lectores

2 entradas en un día después de dos meses sin publicar. Estimado y ampliado público. Se abre un debate: ¿os gusta más encontrar un post cada día o uno cada dos meses? ¿O más tendiendo a "a" o más tendiendo a "b"?

Por mi parte debo decir que me gusta mucho leer comentarios. Así que si alguien no sabe qué decir siempre puede responder a alguna pregunta.

¿Olivas negras o amarillas?

¿Las olivas que no son negras son amarillas o verdes?

¿Mi blog no hay quien no lo entienda, conecte, comunique, o no pierdas la esperanza?

¿Por qué no hay libros de autoayuda para escritorcillos?

El aperitivo

Vacío como una oliva sin hueso, nunca más supo escribir sin una anchoa en la boca.

Isi o el primer mundo

Hoy me he cruzado con Isi. Nos hemos sonreído desde lejos. Ella, con su sonrisa de siempre, y yo, con la de los 10 años prolongada hasta ese momento por una inmensa gratitud.

-¡Hola Isi!

-¡Hasta luego, cariño!

Nuestro encuentro ha transcurrido como si nos hubiésemos visto en el comedor del colegio de ayer y nos fuéramos a ver en el de hoy. Yo, pidiéndole que me perdone lo que me queda de la sopa naranja de bacalao, o del pollo reseco de los miércoles. Ella, haciendo la vista gorda y evitándonos el trago de guardar las albóndigas en el bolsillo de la bata.

Esto es un homenaje a las señoras del comedor y, en particular, a Isi, que con su dulzura compensaban lo insípido de la cocina a granel.