jueves, marzo 08, 2007

Eclipse que no se repetirá en 22 años

Salió a tomar la Luna y estaba eclipsada y, de pronto, los días empezaron a pasar más rápido:

- 3er día (lo que más le impactó): el mar que tanto le sonaba por lo de “Olivas Mediterraneo”. No es verano, pero acercarse a la playa de la ciudad en un día de invierno climáticamente cambiado, no deja de ser una experiencia. Lo que más le ha gustado ha sido la visión del reflejo del sol en la curva de agua que acariciaba la orilla de forma sistemática. Eso y que tantas personas vinieran a verlo también, con cuadernos, amores o pintas de turista. Lo que más le ha sorprendido: los juegos preliminares a la entrada a un agua congelada de tres amigos. Que si sí, que si no, que te mojo, que te meto en el agua, que huyo porque soy más rápido que tú. Que soy el primero en meterme, pues tonto el último. Yo me tapo la nariz y me sumerjo poco a poco. ¡Segundo! me tiro de golpe y vuelvo a salir proyectado en dos microsegundos. El tonto, o el último, ríe y grita.

- 4º día (lo que más le impactó): la lucha del hombre contra la cucaracha resistente de nevera con impacto contra zapatilla.

- 5º día (lo que más le impactó): Barcelona en bicicleta y un Congreso Europeo de Farmacia. Ha podido hacerse una primera idea de lo que es un periodista –se ha pasado la mayor parte del tiempo en la sala de prensa-, y también de lo que es un político –aunque ya le he advertido que sobre estos especimenes hay mucho que aprender y, sobre todo, mucho de lo que prevenirse-. Por lo que respecta a los farmacéuticos, se ha codeado con ellos entre bolsas de muestras a reventar: de Vichy, Roche, Nestlé y hasta Juanola, que ha sacado nuevos sabores y lo anunciaba con una estupenda bolsa de playa de aire retro que los ha convertido en los triunfadores de la feria.

Sin embargo, esto no es lo que más ha impactado a Oliva hoy. Cuando hemos subido al metro, dirección a una cita con M. y J. –cuyas identidades mantendré en el anonimato-, he cogido el paquete de Juanolas que se perdía en la inmensidad de la bolsa, lo he abierto y, sobre mi palma, han caído 3 ó 4. Eran las pastillas de toda la vida y su color: exactamente el mismo que el de una oliva negra. La visión me ha parecido espeluznante, pero a ella más y, por respeto, he acabado por no comérmelas. No sé hasta cuándo será sostenible esta relación. ¿Hay muchos más alimentos negros en una dieta equilibrada?

6 comentarios:

Marga dijo...

Quiero más relatos sobre la oliva negra. ¿Para cuándo una fiesta banderillera?

Marga dijo...

Quiero más relatos sobre la oliva negra. ¿Para cuándo una fiesta banderillera?

Anónimo dijo...

Tienes los kumates, una modalidad de tomate negro transgénico,la pimienta negra, el arroz negro (aunque es la tinta), la uva y como no, el chocolate ...

Si lo pones con un kumate tienes ya una ensalada.

Anónimo dijo...

Los guisantes somos más pequeños y metafóricos que las olivas y, sin embargo, en este blogg se nos ignora. Multiplicados por cero, seguiremos vagando por el espacio virtual en busca de un alma caritativa que nos acoja y nos arroje a una olla definitivamente.

Ra y Mon dijo...

http://www.cocinaparahombres.com/recetas/ingredientes.php?clasif=tinta-calamar

Anónimo dijo...

la oliva se ha muerto?