domingo, mayo 27, 2007

Mihijatequieromucho,¿meoíste?

La boca de un hombre se asoma a un teléfono para tocar la oreja de su pareja.

Está lejos. Migró.

Los pelos de punta en la lengua anuncian no tener fecha de encuentro.



Oliva ha entendido por fin por qué aceptamos como apéndice algo tan ortopédico como un móvil. Ha sido al escuchar cómo las ondas se llevaban la frase que titula esta entrada.

No hay comentarios: